Una estudiante de la
Universidad de Tecnología de Eindhoven (Países Bajos) habría dado con la
solución. Para evitar ambos inconvenientes, Joanne Oh ha cogido el LiFi pero lo
ha transformado en otra tecnología. En vez de usar bombillas LED para
transmitir la información, usa luz infrarroja y antenas pasivas que no
requerirían movimiento.
Esto elimina de un
plumazo las desventajas del LiFi con bombillas LED. Y es más, lo destroza en
términos de velocidad. Los primeros test de esta tecnología habrían conseguido
una velocidad de descarga de 42.8 gbps a 2 metros y medio de distancia. Es
decir, sería 100 veces más rápido que los routers WiFi que solemos tener por
casa. Aunque también sigue teniendo problemas, como que no puede atravesar
paredes.
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